Reseña #65: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

Título: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

Autora: Laura Norton

Editorial: Espasa

ISBN: 9788467041583

Páginas: 351

Precio: 19,90 €

SINOPSIS

Si estás leyendo estas líneas  es que te ha llamado la atención el título.
¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?
Y lo más importante: 

¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? 
Pues esta es tu novela.

Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa,  para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy  maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... 
Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que  su piso se convierte en una especie de camarote de los  hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a 
vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y  su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que  lleva mucho tiempo sin ver... 
Pero mejor no te lo contamos porque te gustará  leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde  el título, te garantizamos unas cuantas horas de  descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

OPINIÓN PERSONAL

Nada más ver el título me dieron ganas de saber la historia de Sara, y ya con la sinopsis está claro que se va a pasar un buen rato... y sí tormentosos así fue, me reí con las situaciones que hay (porque telita) y también por la forma que tiene esta autora de sacarnos una sonrisa.

Sara Escribano está haciendo las titulaciones para ser profesora pero se da cuenta que verdaderamente no quiere eso, quiere seguir el negocio de su abuela ya fallecida ... quiere ser plumista. Pero del dicho al hecho hay un largo trecho y como no, en el camino te puedes encontrar dificultades que te pone la vida.

La historia está contada desde el punto de vista de Sara que tiene que lidiar con una extravagante familia, su hermana Lucía es modelo con 20 años y es alocada y precipitada nada que ver con Sara; su padre es arquitecto y su madre ama de casa, sus padres tienen una buena situación económica hasta que la crisis llega a su hogar.

Hubieron muchos momentos en que quise matar a la madre, odio a las personas tan materialistas y tan cabezas huecas como nuestra querida Berta y lo que más me enfadaba fue la pasividad de Sara con respecto a su madre, un poco de dignidad por favor. Pero a pesar de ello, también me reí con las ocurrencias de la madre y con las situaciones que causaba.

Sara, tras ocupar el taller de su abuela, se ve abordada por su hermana y con su padre que se vienen a vivir con ella... pero eso no es todo sino que se les une Aarón, el prometido de Lu, Roberto, el novio de Sara y ... un vikingo ... que sí habéis leído bien ... bueno se llama Eric y es el mejor personaje de la historia con él pasaréis un buen rato, os sacará unas cuantas risas y lo adoraréis.

Mmm... se me estaba olvidado el loro del taller xD

Me encantó la manera de narrar de esta autora ya que si o sí es capaz de sacarte una sonrisa tanto con los personajes como con las situaciones. También el modo de adentrarnos en el pensamiento de Sara y de cómo ésta piensa lo hace sentir más cercano y te sentirás como si te estuvieses riendo de una amiga 

"-¿Está bueno?¿Es tipo empotrador?

-¿Empotrador?

-Si, mujer. De los que te empotrarían contra una pared. De los que más que hacer el amor te taladran"

La moraleja de esta historia es que no por mucho planear las cosas te van a salir tal y como se desea.

Y eso es justamente lo que le pasa a Sara, una treintañera de Madrid que está obsesionada con el orden y con controlar las situaciones, pero la vida le da una lección de una manera que no se lo esperaba y con la que aprenderá ... ¿o quizás no?

"-That´s bad karma
-Que mal karma ni que mal karma, yo, que soy gilipollas, que tenía que haber leído el cartelito de que había una cabra. Pero es lo que me pasa siempre, que soy gilipollas."

 Aunque la historia pueda parecer en ocasiones predecible, recomiendo este libro para que paséis momentos divertidísimos y os riáis a carcajadas y sin pudor ... claro que si estáis en el metro leyendo poneros un poco la mano en la boca no vaya a ser que todo el mundo te mire como si estuvieses loco ... os he avisado eee lo digo por experiencia 

Gracias a la editorial por el ejemplar :)